Cante campero procedente del folclore andaluz, que se hacía durante el trabajo de trilla en las gañanías andaluzas al son del cascabeleo de los mulos. Hay quien piensa que no es un cante exclusivamente andaluz, si bien su similitud con la toná, ya que tampoco lleva acompañamiento musical, podría contradecir esta teoría. Están muy extendidos por la zona de Jerez y guarda gran parecido con la trillera y la aceitunera.